«No puedo pensar, no estoy inspirada», afirmaciones como estas me encantan. En que parte de nosotros se esconde la inspiración, y digo se esconde, porque quizás nunca se encuentre. Son much@s los que se inspiran en «no sé, en qué» para crear, expresar, y una retahíla de verbos más, para hacer lo que realmente les gusta. Indagando en el término inspiración, según la RAE (Real Academia Española), una de las definiciones aportadas, sería la siguiente: Ilustración o movimiento sobrenatural que Dios comunica a la criatura. Pues bien, a partir de esta definición, me ha quedado súper claro, yo soy la criatura.
¡Anda! no iba tan desencaminada, si tengo que esperar a que Dios se comunique conmigo (un tanto escéptica), dicha inspiración no llegará nunca, y ¿de qué manera lo hará?
Así que, voy a cerrar los ojos y a esperar la llamada.
