Es muy curioso que al número 22 se le llame los dos patitos, y luego esta la niña bonita ese ¿sabéis cuál es no? es el 15 y ¿la edad de Cristo? el 33 y ¿las banderillas? el 11. Para quién no lo sepa o no lo recuerde estos números formaban parte de las interminables sobremesas o tardes, en donde con unos cartones y unas cuantas bolas improvisábamos un Bingo ¡a lo grande.! ¡Qué recuerdos!, ¿que sería sin una línea? y ¿sin un Bingo? ¿Os acordáis? vaya juego, como nos entretenía. Pero lo mejor era cuando alguien decía, perdona:¿qué has dicho sesenta o setenta?, y el que cantaba las bolas añadía 70, (siete, cero)… ¡ah! el setenta repetía, O eso de ¡más despacio que no da tiempo!… que risas ¡madre mía! Y cuando al repasar te dabas cuenta que ¡habías tachado números de más!, vaya que te habías equivocado bastante!!!!
Mi abuelo se atrevía con 6 cartones ni uno más ni uno menos 6, porque eran los que le cabían, así le daba el toque de suspense que requería! Aunque para ganar al Bingo se ha de tener suerte!!!!
No solo es Storytelling 