Las mentiras son dolorosas aunque a veces sean piadosas.
También mentimos para no hacer daño y aunque lo hagamos sin querer o queriendo, acabamos lastimándo.
La mentira es un puro engaño y como tal, duele más si se dice o cuenta sin reparo.
Al mentiros@ se le perdona cuando la mentira posiblemente, no invada esferas que duelan.
Al mentiros@ se le juzga, a veces sin saber el porqué de su mentira, tal vez si lo supiéramos también mentiríamos.
Mentir quizás alivie, y en ocasiones esa mentira acabe convirtiéndose en nuestra verdad.
Una verdad que se maquilla para intentar vivir en esa oscura realidad.
Con todas las consecuencias miento sin saber, si digo toda la verdad.
