Lo digas cómo lo digas y en el idioma que sea, siempre es bien recibido. Se puede decir más bajito susurrándolo al oído o más alto y gritándolo a los cuatro vientos sin miedo a decirlo, tal como lo hacen los atrevidos. Más lento y pausado tal como lo dicen los vergonzosos y cohibidos. Ya sea un Je t’ aime, un Ti amo, un I love you, un S’agapo, un ich liebe dich, o un T’ estimo siempre suena bien y bonito.
Un te quiero te reconforta, te alegra y te libera. Hay quienes no se atreven a reproducirlo, pero lo expresan de otras mil maneras.
Se puede decir con pasión, con amor y con cariño. En las discusiones y peleas te aproxima y te acerca.
Es sencillo transmitirlo y complicado a veces recibirlo. No cuesta nada aprender a decirlo, ante todo es gratuito.
